¿Qué mantenimiento necesitan las placas solares?
La energía solar se ha consolidado como una alternativa sostenible y rentable para hogares y empresas en Sevilla, gracias a su abundante radiación solar. Sin embargo, para maximizar los beneficios de una instalación fotovoltaica, es fundamental comprender y aplicar las prácticas de mantenimiento adecuadas.
En este artículo, exploraremos en profundidad qué mantenimiento necesitan las placas solares, cómo realizarlo correctamente y qué aspectos considerar para asegurar su rendimiento óptimo durante décadas.
¿Por qué es importante el mantenimiento de las placas solares?
Aunque los sistemas de energía solar son conocidos por su fiabilidad y bajo mantenimiento, no deben considerarse completamente libres de cuidados. El mantenimiento regular de las placas solares es esencial para asegurar su correcto funcionamiento, maximizar su rendimiento y garantizar la seguridad tanto del sistema como de la propiedad.
A continuación, te explicamos en detalle los principales motivos por los que el mantenimiento es una tarea imprescindible.
Eficiencia energética
La principal razón para realizar un mantenimiento periódico es preservar la eficiencia energética del sistema.
- Acumulación de suciedad:
Las placas solares instaladas en exteriores están expuestas a polvo, polen, excrementos de aves, hojas y otros residuos. Esta acumulación de suciedad forma una capa sobre los paneles que reduce la cantidad de luz solar que llega a las células fotovoltaicas. - Impacto en la producción de energía:
Según fuentes especializadas como Repsol y diversas reseñas de instaladores de placas solares, la pérdida de producción debida a la suciedad puede alcanzar hasta un 15 % en zonas con alta concentración de polvo o contaminación. - Mantenimiento como solución:
Una limpieza periódica y sencilla puede devolver a las placas su máximo nivel de captación solar, optimizando el ahorro energético y mejorando la rentabilidad de la instalación.
Longevidad del sistema
El mantenimiento también es clave para prolongar la vida útil de todo el sistema fotovoltaico.
- Prevención de daños:
La detección temprana de pequeños problemas, como fisuras en los módulos, conexiones flojas o corrosión en componentes metálicos, permite repararlos antes de que deriven en daños mayores o fallos en el sistema. - Durabilidad de los componentes:
Un sistema bien cuidado puede superar los 25 años de funcionamiento, con una pérdida de rendimiento inferior al 20 % respecto a su capacidad inicial. - Protección de la inversión:
Dado que la instalación de placas solares supone una inversión a medio-largo plazo, mantener en buen estado todos los elementos asegura el máximo retorno económico durante toda la vida útil del sistema.
Seguridad
Más allá del rendimiento económico, el mantenimiento regular contribuye a garantizar la seguridad eléctrica y estructural de la instalación.
- Detección de riesgos eléctricos:
Las inspecciones periódicas permiten identificar problemas como conexiones defectuosas, cables deteriorados o problemas en los inversores que podrían provocar cortocircuitos, incendios o fallos eléctricos. - Integridad estructural:
Especialmente en zonas con altas temperaturas, como Sevilla, o en épocas de tormentas, es fundamental revisar la sujeción de las estructuras de soporte para evitar desplazamientos, daños o desprendimientos de los paneles. - Cumplimiento normativo:
Un sistema en mal estado puede incumplir las normativas de seguridad eléctrica vigentes, lo que podría generar problemas legales o de responsabilidad civil en caso de accidentes.
Frecuencia recomendada de mantenimiento
El mantenimiento periódico de las placas solares es fundamental para asegurar un óptimo rendimiento, prolongar la vida útil del sistema y prevenir cualquier tipo de problema que pueda afectar a su funcionamiento o a la seguridad de la instalación.
Basándonos en las recomendaciones de expertos como Repsol y en la experiencia práctica en el sector de la energía solar en Sevilla, estos son los criterios de frecuencia que deben seguirse:
Limpieza de las placas solares
La limpieza es una de las tareas más importantes dentro del mantenimiento de un sistema fotovoltaico.
Frecuencia recomendada:
- Al menos dos veces al año:
Se aconseja realizar una limpieza profunda al final de la primavera y al comienzo del otoño.
¿Por qué estas épocas?
- Final de primavera:
Después del periodo de polinización y de la acumulación de polvo y polen propios de la primavera, una limpieza ayudará a recuperar el máximo rendimiento de cara al verano, cuando la producción solar es más elevada. - Comienzo de otoño:
Tras el verano, época en la que las altas temperaturas pueden aumentar la acumulación de suciedad, y antes de las lluvias otoñales, una limpieza prepara el sistema para el invierno, cuando las condiciones de captación solar son diferentes.
Factores que pueden modificar la frecuencia:
- En zonas rurales o áreas industriales donde haya mayor cantidad de polvo o partículas en el aire, puede ser necesario aumentar la frecuencia de limpieza cada tres o cuatro meses.
- Si se detecta una reducción anormal en la producción eléctrica en el sistema de monitorización, puede ser un indicativo de que los paneles están sucios y requieren una limpieza adicional.
Consejo práctico:
Utilizar agua destilada y herramientas suaves para evitar arañazos o daños en la superficie de los paneles.
Inspección técnica
Además de la limpieza, es vital realizar una inspección técnica completa del sistema de forma periódica.
Frecuencia recomendada:
- Una vez al año, preferiblemente realizada por una empresa especializada o un técnico autorizado en instalaciones solares.
Objetivos de la inspección:
- Comprobar el estado físico de los paneles solares:
Detección de grietas, roturas, delaminaciones o puntos calientes que puedan afectar al rendimiento. - Revisar las conexiones eléctricas:
Verificar que no existan cables sueltos, oxidaciones, sobrecalentamientos o daños en los inversores o cuadros eléctricos. - Evaluar la estructura de soporte:
Confirmar que las fijaciones siguen firmes, sin signos de deterioro, corrosión o desajustes provocados por las inclemencias meteorológicas. - Control del rendimiento:
Comparar la producción real de energía con las previsiones teóricas. Una desviación importante puede indicar problemas ocultos que requieren intervención.
Importancia de la revisión anual:
- Permite anticiparse a fallos que podrían suponer reparaciones costosas en el futuro.
- Ayuda a garantizar la seguridad eléctrica de todo el sistema y del inmueble.
- Es esencial para mantener la validez de las garantías de los fabricantes, que en algunos casos exigen mantenimiento documentado.
Pasos para un mantenimiento efectivo
Un correcto mantenimiento de las placas solares no requiere procedimientos complejos, pero sí debe seguir unos pasos bien definidos para asegurar que la instalación opere a su máximo rendimiento durante toda su vida útil. A continuación, se describen las acciones principales que deben realizarse de manera periódica para un mantenimiento efectivo.
1. Limpieza de las placas solares
La limpieza es la tarea más básica, pero también una de las más importantes para preservar la eficiencia del sistema.
Herramientas necesarias:
- Agua destilada o desionizada:
Evita la acumulación de residuos minerales o cal sobre la superficie de las placas. - Esponjas o paños de microfibra:
Permiten limpiar la superficie sin provocar arañazos o daños en el vidrio de los paneles. - Cepillos de cerdas suaves:
Útiles para retirar suciedad persistente o restos secos de forma segura. - Mangos extensibles:
Facilitan el acceso a placas instaladas en zonas elevadas o de difícil acceso.
Recomendación práctica:
Utilizar herramientas específicas para limpieza de paneles solares, disponibles en comercios especializados como SolarPlak.
Procedimiento:
- Realizar la limpieza en las primeras horas de la mañana o al atardecer:
Durante estas horas, la temperatura de los paneles es más baja, lo que evita choques térmicos que podrían dañar el vidrio. - Evitar productos químicos abrasivos:
No deben emplearse detergentes fuertes, lejías o productos que puedan erosionar o dañar la superficie de los módulos. - Aclarar con abundante agua:
Después de frotar suavemente la superficie, es fundamental enjuagar bien para eliminar cualquier resto de suciedad o jabón que pudiera quedar adherido. - Secar con un paño suave o dejar secar al aire:
Si se seca de forma manual, debe hacerse con movimientos suaves para evitar rayar las placas.
Resultado esperado:
Una superficie limpia maximiza la captación de la radiación solar, mejorando la producción energética diaria.
2. Inspección visual
Además de limpiar los módulos, es fundamental realizar inspecciones visuales periódicas que permitan detectar problemas incipientes.
Aspectos a revisar:
- Presencia de grietas, roturas o manchas en las placas:
Pequeñas fisuras o manchas oscuras (hot spots) pueden indicar daños en las células solares que afectan al rendimiento global. - Estado de las conexiones eléctricas y cables:
Comprobar que los cables no presentan cortes, abrasiones, desconexiones o signos de corrosión. - Fijaciones y estructuras de soporte:
Verificar que todos los anclajes y soportes se encuentren firmes, sin desplazamientos ni elementos sueltos. - Acumulación de suciedad o residuos en áreas específicas:
Revisar esquinas, bordes y zonas donde pueda acumularse suciedad, hojas o excrementos de aves, ya que pueden crear sombras y reducir la producción.
Consejo profesional:
Una inspección visual completa debería realizarse cada seis meses como mínimo, o después de eventos climáticos intensos como tormentas o fuertes vientos.
3. Verificación del sistema eléctrico
El mantenimiento no se limita a las placas; el correcto funcionamiento del sistema eléctrico es igual de importante.
Componentes a comprobar:
- Inversores:
- Verificar que los inversores no muestran errores en su pantalla de control.
- Comprobar que el indicador de estado se encuentra en funcionamiento normal (habitualmente luz verde continua).
- Confirmar que no existen ruidos extraños, vibraciones o sobrecalentamientos.
- Baterías (si las hay):
- Revisar el estado de carga y descarga.
- Detectar hinchamientos, corrosión en los bornes o fugas, que pueden indicar fallos internos.
- Comprobar que las baterías cumplen los ciclos de carga esperados.
- Sistemas de monitorización:
- Asegurarse de que los datos de generación, consumo y vertido a red son coherentes con el comportamiento habitual del sistema.
- Identificar anomalías como caídas de producción inexplicables o desconexiones del sistema de monitorización.
Resultado de este paso:
Un sistema eléctrico verificado asegura la continuidad del servicio, la seguridad de la instalación y permite anticipar cualquier fallo antes de que afecte a la producción o a la seguridad del inmueble.
Factores que afectan al mantenimiento en Sevilla
El mantenimiento de las placas solares no solo depende de las acciones periódicas de limpieza e inspección, sino también de una serie de factores externos que pueden condicionar la frecuencia y profundidad de las tareas necesarias. En Sevilla, debido a su clima y características geográficas particulares, es especialmente importante considerar estos factores para asegurar el correcto funcionamiento de las instalaciones fotovoltaicas.
A continuación, detallamos los principales elementos que influyen en el mantenimiento de los sistemas solares en esta región.
Clima
El clima sevillano es uno de los más soleados de Europa, lo que favorece enormemente la producción fotovoltaica, pero también presenta desafíos específicos para el mantenimiento.
Aspectos climáticos relevantes:
- Altas temperaturas:
Durante los meses de verano, las temperaturas pueden superar los 40 °C, lo que provoca:- Mayor acumulación de polvo seco sobre las superficies de los paneles.
- Posibles dilataciones en materiales de sujeción que deben ser controladas.
- Riesgo de formación de depósitos de suciedad endurecida si no se realiza una limpieza oportuna.
- Escasez de lluvias en verano:
La falta de lluvias regulares impide que la suciedad depositada en los paneles sea arrastrada de manera natural, como ocurre en zonas más húmedas.
Esto hace necesaria una limpieza manual más frecuente durante los meses de mayor insolación.
Entorno
La ubicación geográfica y el tipo de entorno donde se sitúe la instalación influye directamente en la frecuencia y tipo de mantenimiento necesario.
Tipos de entorno que afectan más:
- Zonas agrícolas:
La proximidad a explotaciones agrícolas aumenta la presencia de polvo, polen, semillas y residuos vegetales que se depositan sobre los paneles, especialmente durante épocas de cosecha y laboreo. - Áreas industriales:
Instalaciones cercanas a polígonos industriales pueden verse afectadas por partículas de combustión, emisiones contaminantes y residuos químicos en suspensión. - Zonas de alta polución:
En áreas urbanas con tráfico intenso o fábricas, las partículas de contaminación del aire tienden a depositarse sobre las placas, formando una capa opaca que reduce su eficiencia.
Consecuencia:
En estos entornos, se recomienda aumentar la frecuencia de limpieza cada tres o cuatro meses para garantizar el máximo aprovechamiento solar.
Ubicación de la instalación
El tipo de montaje de los paneles solares también tiene un impacto notable en las necesidades de mantenimiento.
Consideraciones según la ubicación:
- Tejados inclinados:
- Las placas instaladas sobre tejados inclinados se benefician del efecto de escorrentía de la lluvia, que ayuda a eliminar parte de la suciedad.
- Requieren menos limpiezas manuales que los sistemas montados en superficies planas.
- La inclinación facilita también el auto-drenaje del agua durante la limpieza manual.
- Cubiertas planas o terrazas:
- Acumulan más polvo, hojas y residuos porque el agua de lluvia se escurre con mayor dificultad.
- Pueden requerir revisiones y limpiezas más frecuentes para evitar la formación de costras de suciedad o manchas localizadas que afecten el rendimiento.
Importante:
Cuando se proyecta una instalación fotovoltaica, conviene siempre considerar la inclinación y accesibilidad como factores que optimizan no solo la producción, sino también el mantenimiento a largo plazo.
¿Cuándo contactar a un profesional?
Aunque el mantenimiento básico de las placas solares puede ser realizado de forma sencilla por los propios propietarios, existen situaciones específicas en las que es imprescindible recurrir a un técnico especializado. Detectar a tiempo estos casos y actuar adecuadamente no solo evita pérdidas de eficiencia, sino que también protege la seguridad de la instalación y prolonga su vida útil.
A continuación, se detallan los momentos clave en los que se debe contactar con un profesional del sector fotovoltaico.
Si se detectan daños físicos en las placas o componentes del sistema
Una inspección visual rutinaria puede revelar daños que requieren la intervención de un técnico especializado.
Principales tipos de daños físicos:
- Grietas o roturas en los paneles:
Estas fisuras pueden comprometer la protección de las células solares, provocando filtraciones de agua, pérdida de eficiencia y riesgo de cortocircuitos. - Delaminación:
Separaciones en las capas del panel que afectan a su durabilidad y rendimiento. - Hot spots:
Manchas oscuras visibles a simple vista, causadas por sobrecalentamientos localizados que pueden reducir considerablemente la producción de energía. - Desprendimientos o daños en las estructuras de soporte:
Causados por vientos fuertes, vibraciones o deterioro de los anclajes con el tiempo.
Importancia de la intervención profesional:
Un técnico cualificado podrá valorar la magnitud del daño, proponer soluciones adecuadas (reparación o sustitución) y asegurar que la instalación sigue cumpliendo con los estándares de seguridad y rendimiento.
Cuando hay una disminución notable en la producción de energía sin causa aparente
El seguimiento del rendimiento del sistema fotovoltaico es clave para detectar problemas ocultos que no son visibles a simple vista.
Indicadores de un problema:
- Caídas de producción sin justificación climática:
Si la producción energética disminuye durante varios días consecutivos, sin que haya condiciones meteorológicas adversas (nublados prolongados, lluvias), puede existir un fallo en el sistema. - Alertas en el sistema de monitorización:
Muchas instalaciones cuentan con aplicaciones o plataformas de seguimiento que envían alertas si detectan caídas anormales de producción. - Aumento repentino en la factura eléctrica:
Si se observa que el ahorro proporcionado por la instalación disminuye de forma inexplicable, puede ser síntoma de una disminución del rendimiento de los paneles o de fallos en los inversores.
Acción recomendada:
Ante cualquier anomalía persistente, se debe solicitar una revisión técnica completa para identificar el origen del problema y aplicar las medidas correctivas necesarias.
Para realizar inspecciones técnicas anuales y garantizar el cumplimiento de las normativas vigentes
Además de intervenciones puntuales, es altamente recomendable programar una revisión anual realizada por profesionales del sector.
Objetivos de la inspección anual:
- Verificación del estado físico de los módulos, estructuras y conexiones eléctricas.
- Comprobación del correcto funcionamiento de inversores, protecciones eléctricas y, en su caso, baterías de almacenamiento.
- Medición del rendimiento real frente a las previsiones, para garantizar que la instalación sigue proporcionando la energía esperada.
- Actualización del cumplimiento normativo, especialmente en instalaciones de autoconsumo con vertido de excedentes a red, donde pueden ser necesarias inspecciones reglamentarias.
Ventaja adicional:
Un mantenimiento documentado de las inspecciones técnicas ayuda a conservar las garantías de los fabricantes y puede ser exigido en caso de solicitar subvenciones o presentar certificaciones energéticas.